III ¿Por qué se rompen los tapones de corcho?
III PARTE
Solucionando el Problema de los Tapones
Es una casa antigua de piedra, los muros muy anchos, como se construía antiguamente. Al entrar en la bodega, había una habitación amplia con una chimenea de leña, al lado de la chimenea había una mesa de madera con sillas. En la mesa, Venancio puso la bolsa que traía. Había un pequeño pasillo cerrado por una puerta metálica. Posterior a la puerta metálica, estaba la bodega. La bodega era muy amplia, los depósitos estaban colocados alrededor de las paredes. Todo estaba muy limpio, con las paredes blancas.
Venancio cogió un plato y colocó el queso. De la bodega trajo una botella de vino y la puso en la mesa. Me invitó a sentarme en la mesa. Cogió un sacacorchos, de los que le llevaba de la empresa de publicidad y se dispuso a descorchar la botella.
Al sacar el tapón, este se rompió. El trozo de corcho que quedó en la botella, lo sacó con el sacacorchos.
- Este es el problema que tengo, los tapones se rompen, no todos, pero sí muchos. Es un problema muy grande. Los fines de semana y los días de fiestas, damos muchas comidas. A los camareros, al descorchar, se les rompen muchos tapones y pierden mucho tiempo. Algunos clientes, si les cae algún trozo de tapón en el vino, no lo quieren y se lo tenemos que sustituir.
- Venancio, antes de solucionar el problema que tienes, voy a tomar un trozo de queso, que tiene muy buena pinta, con un poco de vino. Esto es necesario, para tener las ideas claras. El vino y el queso están muy buenos.
- El queso lo hace un pastor de aquí y lleva un año en aceite.
- Vamos a seguir, quiero descorchar una botella para ver si se rompen los tapones.
Cogí el sacacorchos y me dispuse a sacar el tapón. El tapón salió perfectamente y no se rompió. Es un tapón de la misma clase con el mismo grabado.
- Has tenido suerte.
- No es suerte, ya te lo explicaré. Me imaginaba que me ibas a tratar este tema, por eso he traído unos tapones de muy mala calidad, que te los voy a enseñar.
- ¡Qué tapones más malos! Están llenos de agujeros, esos se rompen todos
Fuimos a la máquina de embotellar a poner los tapones en unas botellas vacías.
- Venancio, coge el tapón peor que veas, lo voy a descorchar yo. Tú coges otro que vamos a hacer otra prueba.
- Esos tapones se van a romper todos, solamente hay que verlos.
- Te voy a decir que el que yo saque no se parte. El tuyo no sé, puede que sí o puede que no, pero tiene muchas posibilidades de que se rompa.
- Pero antes de hacer la prueba, vamos a coger inspiración y energías, tomaremos un poco de queso y vino.
Después de estar un rato hablando de varias cosas y de reponer energías, nos dispusimos a sacar los tapones de mala calidad.
A Venancio se le rompió el tapón y a mí no.
- Venancio, ya te dije lo que iba a pasar.
- No me lo explico, creo que he tenido mala suerte o me haces trampa.
- No hago ninguna cosa extraña, estoy utilizando el mismo sacacorchos y los tapones son de la misma clase. Te voy a explicar lo que pasa: los tapones hay que sacarlos de la misma forma que entran en la botella. Entran en sentido vertical, hacia abajo, y hay que sacarlos en el sentido opuesto, hacia arriba.
- Pero utilizamos un sacacorchos, ¿cómo podemos hacer que el tapón salga vertical?
- Esa es una muy buena pregunta. Hay muchas clases de sacacorchos, pero no todos sacan el tapón vertical. Los de bolsillo son los más corrientes por su tamaño, tienen que tener dos puntos para hacer palanca. En la primera posición, sacamos un poco el tapón, y en la siguiente, sacamos el tapón en su totalidad.
- Así lo hago yo, pero se me parten.
- Sí, pero haces una cosa mal. El sacacorchos tiene un espiral metálico. Ese espiral hay que introducirlo en el tapón, sin que sobrepase por abajo. Es para que no caiga trozo de corcho en el vino. Cuando ya se han sacado varios tapones ya se sabe la longitud del espiral que hay que introducir en el tapón. Si el tapón tiene un eje metálico en el medio, no se puede romper. Además, es la posición correcta del sacacorchos, no puedes tirar de lado, que es cuando se rompen los tapones. Lo que haces mal es no meter el espiral en el tapón, entras solamente una parte, y es ahí donde se rompe el tapón, porque haces fuerza lateral. Ahora, siguiendo estas indicaciones, vas a sacar un tapón de la botella.
Cogió Venancio una botella y empezó a meter el espiral en el tapón lentamente, tenía un poco de respeto, lo introdujo en su totalidad y se dispuso a descorchar. Utilizó los dos puntos de apoyo del sacacorchos y lo sacó sin romperse.
- ¡Qué fácil, qué alegría, es muy sencillo!
- El secreto es introducir el espiral en toda la longitud del tapón, sin que sobrepase. Cuando se rompen se pierde más tiempo, ya que un tapón hay que sacarlo en dos veces, es como sacar dos tapones. El introducir el espiral es dar dos vueltas más al sacacorchos. Haciéndolo bien no se pierde tiempo.
Tal era la alegría que tenía, que encorchó varias botellas vacías, posteriormente las descorchó y no rompió ningún tapón.
- Ya que he aprendido la lección, el próximo día voy a hacer estas prácticas con los camareros, para que aprendan a no romper los tapones.
- Te he traído dos sacacorchos más. Son muy buenos, tienen dos posiciones, pero cuando se hace fuerza en la segunda posición, se curva para no rozar el tapón y así facilita su extracción.
- Me ha alegrado su visita, ha sido muy constructiva y muchas gracias por los sacacorchos. Vamos a brindar primero “Por el descorche y los buenos sacacorchos” y ahora que ya hemos brindado, vamos a hacer otro brindis por “Viva el vino y los tapones de corcho natural”.
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