No tendrás nada y serás féliz
Eso lo dicen los pertenecientes al Foro de Davos y en cuya meta, para cumplir sus deseos, casi siempre no dicen mentira, sino que esta es la consecuencia de tapar la verdad.
La realidad del coronavirus, ya ha sido destapada, pero aquellos la mantienen cubierta por medio de la prensa vendida y la desinformación.
Pero la prensa mundial sigue sin decir nada y solamente recoge algunas noticias como la eliminación de las mascarillas por parte de Inglaterra y en los países que poco a poco se unirán en la retirada, alguna noticia sobre la inefectividad de las vacunas “en algunos casos” y quitado la obligatoriedad de inyectarse nuevas dosis.
Este es el poder de la prensa y la desinformación para mantener a la sociedad en la ignorancia.
Y ustedes me preguntarán ¿a qué viene todo eso?
Pues bien, ese mismo ejemplo es el que ha ocurrido con el tapón de corcho natural y los tecnológicos y de plástico, y antes de entrar en detalles, analicemos los protagonistas.
El corcho
El corcho es la corteza del alcornoque (Quercus suber), un tejido vegetal que en botánica se denomina felema y que recubre el tronco del árbol. Cada año, crece una nueva peridermis –formada por anillos que crecen de dentro hacia fuera del alcornoque- que se superpone a las más antiguas, formando así esta corteza. El corcho puede presentarse en bruto, como producto directo de la extracción de la corteza del árbol o elaborado para su utilización en diferentes áreas. El principal componente del corcho es la suberina. Fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Corcho
Mirado al microscopio, se pueden apreciar las celdas que forman su estructura. Son herméticas y contienen un gas inerte similar al aire.
Por otra parte, las celdas están hechas por células de suberina que es totalmente inerte, indestructible con muchas propiedades beneficiosas entre ellas la de ser anticancerígenas.
Estas características hacen que el corcho tenga una gran resiliencia, pues se puede comprimir hasta más del 50% sin que, una vez eliminada la presión, recupere su volumen pudiendo repetirse este fenómeno por muchos años
El vino
Es una bebida hecha mediante la fermentación del jugo de la uva. Esto la convierte en una bebida alcohólica y es conocida desde el Neolítico.
Sin embargo, debido a la oxidación que se expone en su contacto con el aire, se deteriora si no se guarda adecuadamente.
Todo esto ocurrió hasta que los frailes se ocuparon de los viñedos, y utilizaron botellas de vidrio como envase, usando para su tapado ell único material existente en la época: el tapón de corcho.
Se atribuye al fraile Dom Perignon, encargado de las bodegas del monasterio quién experimentando, a mediados del siglo XVII, utilizó tapones de corcho natural para el cierre de sus vinos y eventualmente la creación del método champanoise para la fabricación del champán.
Su descubrimiento fue hacer que los vinos durasen mucho tiempo en las botellas con los tapones de corcho natural.
Con el uso de estos descubrimientos también se llegó a ver que, si los vinos se pasaban por barricas de roble por uno, dos o tres años y luego se embotellaban con un tapón de corcho natural, con el tiempo el vino mejoraba considerablemente.
El vino se hace en barrica y se afina en botella. (Refrán popular)
Así nacieron los vinos del año, crianza, reserva y gran reserva.
¿Dónde reside el secreto?
Simplemente en que el vino es un ente vivo que al igual que todo lo que habita en la tierra tiene un proceso de vida, con un nacimiento, un desarrollo y una muerte.
El tapón de corcho en la botella alarga la vida del vino al permitir pasar una pequeñísima cantidad de aire a través del tapón (0,1ml/año) que regula su oxidación permitiendo alargar su vida por muchos años .
En estas curvas se muestran las vidas de los diferentes tipos de vinos embotellados con tapón de corcho natural.
El negocio del corcho
La introducción de los tapones técnicos en el mercado de tapones, es simplemente un fenómeno económico lanzado por la falta de información del consumidor inculto, creando a su vez una masa de consumidores que no les importa o no tienen paladar para detectar el maridaje entre el vino y el tapón de corcho natural.
Sucede que el corcho se compra en la dehesa y el que lo compra tiene que sacarlo y llevarlo a sus plantas procesadoras, donde lo cuece, selecciona, clasifica y apila.
Cuando ha terminado con este proceso, se da cuenta que entre un 70 y un 80% es desperdicio. Este lo manda a molienda para darle otros usos como el corcho aglomerado. Una de las aplicaciones que podrían interesarle son los pisos y techos colgantes para los grandes edificios, pero ahí se encuentra con grandes multinacionales, fabricantes de esos productos con los que no puede competir y le costaría mucho trabajo obtener una buena participación del mercado.
Pero mira por dónde se ven dentro del mismo mercado en el que ya conocen. Además, se encuentran en medio de una gran demanda de tapones debido al enorme crecimiento del consumo del vino a nivel mundial.
La hipótesis económica se presenta bajo la siguiente pregunta: ¿Cuánto tengo que invertir en investigación, químicos, maquinaria y propaganda, para hacer que ese 80% de desperdicio se pueda vender al mismo precio que el 20% restante?
Una vez desarrollada la tesis con resultado positivo, se centró en su nicho de mercado:
- Bodegas que quieren vender excedentes al menor costo y la mayor ganancia, ya que los buenos vinos se venden sin esfuerzo.
- Un gran consumidor de vinos que lo considera una bebida más, y como un globalista diría, no tiene ni le interesa del vino su memoria histórica.
Una vez logrado el objetivo, ahora las bodegas pueden ampliar la utilización de los tapones baratos en los vinos mejores o de mayor precio ya que han matado la memoria histórica.
La memoria histórica
La memoria histórica forma parte del vino y el corcho. La memoria histórica se compone del camino recorrido por cada cepa para convertirse en lo que es y dicha historia la reconoce por su lugar de origen, su proceso y todo por lo que tuvo que pasar para llegar al vino que es hoy. Y todo esto se cierra en la ceremonia del descorche. El descorche es el sepelio del vino y los invitados, reconocen y agradecen su sacrificio.
En Europa, se conocen bien los diferentes tipos de vino, por épocas y por años y, aunque los tapones no naturales siguen haciendo presión, les cuesta más trabajo debido al mayor conocimiento del consumidor ilustrado que no compraría una botella de buen vino si no viene sellada con tapón de corcho natural.
En Estados Unidos ocurre un hecho poco conocido.
En los años 50 del siglo pasado, California cultivaba y consumía cada vez más vino. En el resto del país no se consumía y en ello California vio su gran oportunidad.
Comenzó a hacer una gran campaña de ventas a través del país y de pronto se dio cuenta que se quedaba sin vino para el consumo interno.
Su solución fue la de importar vino chileno, que en aquel tiempo era de mejor calidad que el californiano y lo dedicó al consumo interno.
Esto obligó a los productores a mejorar la calidad de sus productos que eventualmente se exportaron al resto del país creando así una cultura del vino que podemos ver como actualmente, en casi todas las series americanas de televisión, rara vez faltan las copas de vino.
En Iberoamérica, por otro lado, el único país que tiene cultura del vino es Chile aunque por su falta de memoria histórica se puedan vender reservas de 2 años, algo que sería impensable en Europa. Otro país que tiene gran potencial es Argentina, pero no tienen conocimiento de la denominación de origen ya que esta es la que marca la memoria histórica de los vinos. No puede haber memoria histórica si no hay un registro de denominación de origen. Es lo mismo que no podemos saber qué es España si desconocemos quienes fueron los Godos, los Romanos, los Iberos los Celtas o los Árabes y los Judíos.
Es por esto por lo que sin memoria histórica somos incultos en cualquier cosa.
Respecto al mundo del vino eso se llama incultura y a ellos se les puede vender un vino con cualquier tapón.
La incultura de los precios
El precio de los tapones de corcho natural, según sus dimensiones, dependen de su apariencia. Si consideramos un fabricante que sus máquinas electrónicas de seleccionar estén graduadas en 1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª, las dos o tres primeras no se colmatan (proceso de tapar los poros con aserrín de corcho para mejorar su apariencia) y las demás se pueden colmatar.
Una 4ª o 5ª colmatada puede perfectamente ser usadas en vinos de guarda, donde es dudoso que lo puedan hacer los técnicos.
Pues bien, el cierre en la botella de una 4ª colmatada es igual que una 2ª o 3ª sin colmatar y sus precios oscilan, para las tres primeras entre 150 y 400 € los 1000 tapones, las 4ª y 5ª colmatadas entre los 60 y 100 € el millar.
Por otro lado, el precio de los tapones técnicos está dentro del mercado de las 4ª y 5ª colmatadas. Por tanto vemos que los precios son equivalentes.
El tapón técnico no tiene nada que ver con el de corcho natural, ya que como vimos anteriormente, al ser triturado el corcho, destruye las celdas que le dan su resiliencia. La resiliencia del tapón técnico viene por los productos químicos agregados. Por otro lado, al incorporar productos químicos hacen que el tapón técnico no sea ecológico.
Ante esto, surge la pregunta ¿Vale la pena usar un producto no natural cuya propaganda dice que hace lo que el natural lo hace naturalmente?
En cuanto a la calidad del cierre, solo les pido que hagan un experimento y se convenzan por sí mismo: Poner a hervir agua y cuezan dos tapones uno técnico y otro natural por 5 minutos. De igual manera pongan una llama a los dos tapones y observen los colores de los productos químicos. Valoren los resultados.
El vino y el tapón de corcho natural son productos naturales y ecológicos demostrados a través de los siglos, ¿por qué en estos tiempos en que estamos tratando de defender el medio ambiente vamos a contradecirnos cayendo en reclamos publicitarios?
Por otro lado, no creemos que estos tapones hagan daño a los vinos nuevos, pero por favor, dejen tranquilos a los vinos de guarda, reserva y gran reserva.
Y es por esto que es necesario exigir que las botellas anuncien en sus etiquetas si están selladas con tapón de corcho natural, para ayudar al consumidor a defender el medio ambiente.
Estoy seguro de que, después de todo esto, solo confiarán en los que tapan sus caldos con tapón de corcho natural, junto con su memoria histórica.
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